Como los mirlos,  existen seres humanos que se pasan toda la vida buscando su cántico. No existen límites en el ser humano, somos los propios seres humanos quiénes a través de una sociedad capacitista construimos en nuestro imaginario social ideas prejuiciosas que son capaces incluso de turbar algo tan mágico como la expresión del ser a través del arte.

​

Estamos a tiempo somos un nido de todos aquellos mirlos que quieren volar lejos en el cielo de vivir y de aquellxs que sueñan que una sociedad  y cultura más diversidad, equitativa y justa es posible.